La naturaleza como maestra
Lo que consideramos naturaleza física, por ejemplo, los árboles, las piedras, el agua o el mar nos da una pequeña idea de nuestra naturaleza espiritual.
Observando cómo coexisten estas cosas sin conflictos, es cuando tenemos que preguntarnos: ¿Y qué hay de nosotros? ¿Cómo hacemos para entorpecer la unidad creando conflictos artificialmente?
Explorando la naturaleza física aprendemos acerca de los límites, el uso de las posibilidades y la sabiduría de lo obvio.